EL RECUERDO DE FUTURO

30/07/17

























Este fin de semana me enteré que la casa de la cultura de Ambalema tiene el nombre de María Cristina Rojas: Mi abuela. También me enteré que una delegación de Ambalema está solicitando ante el ministerio considerar el rescate del centro histórico de Ambalema y de su cultura. O algo así. De eso no se mucho. Gina mi hermana mayor, es la gestora cultural. Es quien ante el ministerio de cultura presentaba el pasado viernes la solicitud de considerar patrimonio inmaterial de la nación las fiestas de la independencia de Cartagena.



Y ahora me pide buscar las fotos, los archivos, las grabaciones de la abuela.
Diez años después del último escrito en este blog ¿Quién lo pensaría?

 La abuela ya murió. Volví a Ambalema aquél día, y no he vuelto nunca más.

Y ahora de golpe vino a mí todo el recuerdo: El recuerdo de su voz, sus canciones, sus danzas, su poesía, su sabiduría de indígena.
Y también volvieron las lágrimas. Y no se si lloro de dolor o de alegría.




      Casa de la cultura María Cristina Rojas. Ambalema Tolima

Ahora estoy en Cartagena, desde hace 9 años, construyendo un sueño de rescatar la tradición sanadora de los pueblos ancestrales. Tomando como referencia la Medicina Tradicional China, patrimonio inmaterial de la humanidad, reflexionando sobre la sabiduría popular local. Estudio y enseño medicina tradicional China y Reiki.

Viendo ahora los escritos, las reflexiones, puedo ver que encontré eso que buscaba: un escenario de investigación, enseñanza y asistencia terapéutica. Con los años y el esfuerzo, las personas se van abriendo a nuevas propuestas de sanación, rescatando la sabiduría de los ancestros.
Esa sabiduría de los ancestros que corre por las venas de cada uno de nosotros. Esos ancestros que nos guían y nos acompañan permanentemente.

Para los chinos la nostalgia está en el pulmón. Y el recuerdo también. El recuerdo del pasado y el recuerdo del futuro.

"Volver al pasado nos permite conocer nuestras raíces, para atrevernos a crecer, y a dar flor y fruto"
Eso pensé alguna vez. Y también me he hecho muchas preguntas. Y encontré algunas respuestas.

¿Quién soy?

Aún no lo sé.

Soy.

Soy árbol, raíz y fruto...

Soy un árbol que camina...

Una madre árbol... SOY.  SOMOS

Somos el fruto de los ancestros.

Somos la semilla del recuerdo de futuro.

Fruto y semilla que se hace eterno en la tierra de la vida.

Que se hace infinito en la rueda de la vida.



https://www.facebook.com/Funsanarte-Fundaci%C3%B3n-para-la-sanaci%C3%B3n-el-Amor-y-el-Arte-826157447417870/

http://www.escuelaneijing.org/es/

http://reiki-universal.com/

LA DESPEDIDA

Foto: Gina Ruz
06/01/07


Es mi último día en Ambalema. Mi abuela está muy triste, se siente mareada. Ya se tomó el medicamento, pero yo sé qué es lo que le pasa. Le pido que se acueste de nuevo pero ella no quiere, este momento es muy difícil para las dos. Decido ponerme a organizar todos sus recuerdos: Diplomas, actas de cuando tenía el kinder, coreografías de las danzas, y llega Paúl y Sandra y comenzamos a hablar de sus recuerdos, y miramos las fotos, y recuerda cómo ha sido difícil en los últimos años animar a los chicos para que bailen, para no cambiar la tradición y hacer las coreografías a la manera tradicional, sin dejarse influenciar por la presión del otro grupo de danzas. Y le digo que no deje morir el grupo, que sólo él puede hacerlo, que siempre tenga un objetivo y una visión de lo que quiere hacer, para que el día a día no sea tan difícil. Yo sé que Paúl tiene que comer y mantener a sus 3 hijos, pero sólo él tiene el amor, el conocimiento y la experiencia para seguir con las danzas tradicionales de Ambalema. Paúl se emociona y me cuenta sus anécdotas, como cuando fueron a Ibagué a participar en el concurso por el representante de las danzas folklóricas del Tolima que realizaron en Bogotá. Paúl me cuenta cómo a pesar de tener trajes poco vistosos y sin haber invertido dinero, le ganaron al otro grupo favorito por haber mostrado una danza tradicional. Me cuenta cómo han querido cambiar la música de cassette por cd, ya que casi nadie tiene grabadora para escucharlo en las presentaciones, pero cuesta $45.000 cada canción, y hay que ir a hacerlo en Ibagué. Me cuenta que tiene la idea de presentar las danzas para los turistas que llegan a Ambalema en las fiestas, y así recolectar fondos y hacer lo de la música. Le digo que me parece genial, y que me gustaría que pudieran practicar de nuevo las danzas para hacer un documental sobre las danzas de Ambalema y la historia de mi abuela y del grupo en abril de este año. Le digo que guarde las fotos, que cuide los trajes, los sombreros, cada elemento del grupo. Le cuento de mi paso por los museos de Holanda, cómo conocí la Casa Rembrant, y cómo allí me acordé de la abuela, de su taburete, de su ventana de madera verde. Le digo que sólo recordando y dejando para otros mensajes de ese recuerdo, es como nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos podrán recordar y darse cuenta...
Y le dije que no importa si los hijos, o los hijos de nuestros hijos no se dan cuenta. Si podemos preservar lo vivido por más tiempo, podemos aguardar por el momento en que la humanidad en su proceso de “evolución”, dé la vuelta y vuelva al principio. A reconocer las raíces.


Ya he dicho adiós, o hasta pronto. La incertidumbre de mi futuro hace que no pueda prometer volver. Las lágrimas de la abuela me oprimen el corazón, y le digo que no se preocupe, que no esté triste, que nosotras estamos unidas con la mente, el alma y el corazón. Pero la abuela llora, esta vez es más difícil decirnos adiós, y entonces le prometo volver pronto, en una debilidad del corazón y en un sincero deseo del alma…

SUS CHISTES


Foto: Gina Ruz

05/01/07
7:00PM

-¿Va a ponerse a estudiar?


-Si, pero un ratico abuela.

-No estudie mucho que eso es lo que no la deja dormir bien.


-Lo que no me deja dormir abuela es el calor, y los mosquitos, y el dolor de barriga, y la tos que me da cuando me acuesto…

-¿Usted se sabe el chiste del señor que fue al pueblo a conocer?- Pregunta mi abuela

-No abuela ¡cuente!-


-Es un señor que se fue a un pueblo y caminó tanto que tenía mucha sed, y no encontraba ninguna casa en ese monte, y seguía caminando muerto de sed hasta que encontró una luz a lo lejos que parecía un rancho, siguió caminando con mucho esfuerzo y encontró un niño campesino al que le pidió agua para beber.
-Pues fíjese vusté que mi taita y mi mama no ejtán, y no tenemos jagua, sólo chicha que hace mi mama. Dijo el niño.
No importa, por favor regáleme chicha entonces que tengo mucha sed!.-Pero no tengo si no una totuma que ej lo que se usa poaquí...
No importa, sírvame en totuma, que tengo mucha sed!.Y el niño le sirve y el señor toma con avidez y el niño le dice.
-Quiere más?
-Si por favor, si no es molestia...-No, mi taita y mi mama no ejtán, no se preocupe, de todas maneritas íbamos a votar la chicha.
Y el señor, terminando su segunda totuma de chicha le pregunta al niño:
-¿Y por qué?-¿No ve que en la olla de la chicha se murieron unos ratones?
Y el señor furioso levanta la totuma para darle al niño en la cabeza.
-¡Ay no, esa sí que no me la vaya a dañar! ¿No ve que esa totuma ej en la que mi mamá mea?

Así es la abuela. Le saca partido a todo, para todo chiste o comentario tiene una respuesta, siempre graciosa, siempre con mensaje. Responde con una canción, con una poesía, con un chiste, con una historia.

En estos días le preguntaron si había tenido hijos, y yo me apresuré a enseñar el cuadro de la pared, junto a la mesa, donde está mi abuela y sus cuatro hijos.


-¿No más?-, preguntó Luisa. Y yo le dije,


-Miedcole abuela, ¿Tiene algún hijo nega'o?-


-Si-, me dijo ella. -Uno que fue presidente de la República-.


Y nos reímos.

MIS ORIGENES

Foto: Gina Ruz
05/01/07
7:00PM


¡ Ah, ahora que escribo, me debe el Bunde Tolimense abuela!.


-Ah, si, pero no lo escriba, espere primero me acuerdo...

Canta el alma de mi raza
Y en el Bunde de castilla
Y este canto es sol que abraza…
Nacer, vivir, morir,
Amando el magdalena,
La pena se hace buena,
Y alegre el existir,
Trala la la lalá


Baila, baila, baila sus bambucos mi Tolima
Y el aguardiente es más valiente y leal

tra lala la lá
Soy vaquero Tolimense,
Y en el pecho llevo espumas,
Va mi potro entre las brumas,
Con cocuyos en la frente

Y al sentir mi galopar
Galopa el amor del corazón,

tra lala la lá
Pues mi rejo va a enlazar
Las dulzuras del amor
Con la voz de su cantar
¡El Bunde!


Y me emociono tanto que las lágrimas ruedan, y al inclinarme en el papel, la emoción no me deja ver, pero aún así, escribo…
Allí estaba yo, junto a mi abuela, escuchando el Bunde Tolimense, de la mejor manera como se puede escuchar: En la voz débil y emotiva de una campesina Tolimense, indígena Pijao que conoce su tierra, la ama y la entiende.
En ese instante comprendí mi orígen. Soy indígena, de la ribera del Río Grande de la Magdalena, de todas sus orillas, porque mi sangre corre rápido cual cauce de nuestro turbulento Río cuando escucho el Bunde Tolimense. Y soy vaquero también, y me imagino cruzando en mi caballo el río y con las estrellas del monte en su frente. Y ya entendí por qué nacía allá…¡Porque es lo mismo que aquí!. El río en todos sus trayectos es el mismo, y a la vez, en el mismo lugar nunca vuelve a ser igual…

Ya es de noche. Y sigo pensando, y mi abuela me sirve la aguapanela y me siento en el suelo, aún más cerca de ella, de su taburete, porque a mí me gusta allí.

Contigo aprendi, que existen nuevas y mejores emociones

Escucho en la romántica voz de Manzanero y el ruido de emisora mal sintonizada de la voz del Tolima am, me recuerda mi infancia, Magangué, la emisora local, cinco de la mañana y el…

¡Ay primo Nando!,
Quiero amacené, con la manta en el hombro,
Quiero amanecé, en la plaza toreando,
Quiero amanecé, ay con mi negro bailando,
Quiero amanecé, con este porro gozando


y entonces canto, y la abuela me mira, y escucha, y le digo que ese otro también me gusta, que es de despecho, que se lo había escuchado a Celia, pero esta versión es más vieja, se escucha más suave, más sentimental…

Dile a tu nuevo querer
Que ya no hay nada que temer
Porque hace ya mucho tiempo
Que te borre de mi mente
Y no me acuerdo de ti,
Pues toda mi atención
La tengo puesta en alguien…

EL ORIGEN DE LA MUSICA



Foto: Gina Ruz.
05/01/07
Ha pasado el mediodía. Estamos sentadas en la cocina, ella en su butaca de cuero, yo en la silla rimax. Ella se apoya en su bastón, yo encaramo las piernas y miro el guayabo del patio, que se mece con la brisa de la tarde.
-Cante algo- me dice.
Y recuerdo esa canción que le gusta pero que no se sabe. Y se la canto, y ella me acompaña con las palmas…

Yo me llamo cumbia, yo soy la reina por donde voy
No hay una cadera que se esté quieta donde yo estoy
Mi piel es morena como los cueros de mi tambor
Y mis hombros son un par de maracas que besa el sol
Y mis hombros son un par de maracas que besa el sol.

Tengo en la garganta una fina flauta que Dios me dio
Canuto de millo, el brío del tabaco, aguardiente y ron
Cojo mi mochila, enciendo las velas, repica el son
Y enredo en la luna y en las estrellas toda mi voz.
Y enredo en la luna y en las estrellas toda mi voz.
Como soy la reina me hace la corte un fino violín
Me enamora un piano, me sigue un saxo y oigo un clarín
Y toda una orquesta forma una fiesta en torno de mí
Y yo soy la cumbia, la hembra coqueta y bailo feliz
Y yo soy la cumbia, la hembra coqueta, bailo feliz.
-Que bonito, es como un enamoramiento entre ella y los instrumentos.

-Si abuela, entre la hembra cumbia como música y los instrumentos que la “tocan”.

-¿Y usted sabe de dónde se originó la música?.

-¿De dónde abuela?.

-De los sonidos de la naturaleza.
Y entonces me cuenta que Jorge Villamil, gran compositor colombiano, escribió la canción los guaduales por la idea de una lavandera que una vez se encontró en un río. Ella le dijo que por qué no le cantaba a los guaduales -¿A los guaduales? preguntó él.  Si, a los guaduales, le dijo la lavandera, mírelos como lloran, cantan y ríen con el viento ¡Ellos también tienen alma!. Y entonces me canta la canción, y yo la escribo:

Lloran, lloran los guaduales,
Porque, también tienen alma,
Y los he visto llorando,
Y los he visto llorando
Cuando en las tardes
Los estremece el viento en los valles.

También los he visto alegres
Entrelazados, mirando al río
Danzar al agreste canto
Que dan los mirlos y los cigarros
O envueltos en polvaredas
Que se levantan en los caminos


Caminos que azota el viento
Al paso alegre del campesino
Y todos vamos cantando o llorando por la vida
Somos como los guaduales a la vera del camino
Somos como los guaduales a la vera del camino.


-Que bonito abuela.

Para conocer algo màs sobre Jorge Villamil y su historia, puede acceder al link

CAL Y ARENA...

Foto: Gina Ruz
02/01/07

La abuela ha estado triste. Ya hemos hablado que deseo viajar este año a España, que he conocido de un lugar llamado FalconBlanco y deseo intentar vivir en una eco aldea. Sabe que si me voy, hay menos posibilidades que nos veamos pronto…
También está triste porque Fernando, el vecino, se va para España este mes. Tiene una oportunidad de trabajo y ha decidido irse, ya que en este pueblo no ha tenido posibilidades de trabajo, sólo está vendiendo minutos celular para mantener a su esposa y su hija Luisa Fernanda. Fernando es como su hijo, ya que en los últimos años ha estado muy pendiente de ella, y tan cerca, que la atiende y le hace favores como ir a comprar el desayuno. Ella le guarda desayuno, al igual que a la señora Cecilia y a la señora Teresa cuando viene temprano, y a todo el que venga de visita recibe café, pan, agua panela, vino o galletas, dependiendo de la hora o del día.

Y en su tristeza ahora le duele el cuello y el brazo y entonces le pregunto que si el de la fractura o el otro y me dice que el otro, entonces le digo que qué bueno porque entonces emparejó y la beso y ella se ríe y dice que con ese beso ya se compuso.
Y al rato se queda pensativa y le rueda una lágrima. Y se limpia y se excusa de que le arden los ojos, y yo le echo el ungüento para los dolores en el cuello, deseando tener uno para los dolores del corazón…

03/01/07
Pero los buenos momentos también nos asisten, como cuando vino el hijo de la señora Blanca a saludar a la abuela, que fue su profesora en el kinder. Hace 40 años que él conoció a la abuela, y recuerda con mucho afecto esa época. Me cuenta que la abuela les regalaba uvas del árbol del patio cuando ellos se portaban bien, y que les decía que se les iba a crecer la nariz como pinocho si le decían mentiras. Me dice que la abuela es una de las personas más queridas en el pueblo, y que a él le encanta que ella después de tantos años todavía se acuerde de él, y ella se ríe y dice que no digan esas cosas que se las va a creer, y entonces yo le cuento que mi abuela tiene muchos trucos para acordarse de la gente.
-¿Cómo hace? Me pregunta intrigado.
- Pues a la mayoría los conoce por la voz- le digo. Cuando la saludan, ella los saluda por el nombre, y aún no los ha mirado ¡Así que los conoce por la voz!. Las personas que tiene mucho tiempo que no ve, les pregunta por la familia y así adivina. Los que no tiene ni idea, simplemente pregunta de manera directa ¡Pero hay una que es la mejor!.
-¿Cuál? ¡Cuente!
-Hay unas gemelas que ve todos los días, que tienen la voz y el rostro muy parecidos, ¡Así que ni manera!.
-¿Cómo hace entonces?.
-Pues la abuela sabe que a Bernarda le ordenaron medias para várices y se las pone todos los días. Entonces cuando la saludan, la abuela le mira las piernas. Si tiene las medias es Bernarda y si no ¡Es Celia!.
Y todos nos reímos.

LA RELIGION

Foto: Gina Ruz
01/01/07

Ayer fui a misa. Estuve arreglada a las diez de la noche, y no había otra cosa que hacer en el pueblo que tomar licor o ir a misa con los vecinos. Y resignada,  viéndolo como un espectáculo propio de las fiestas de fin de año, me decidí por lo segundo, y lo tomé como una espectadora de un ritual que bien conocía, de tanto que había ido: En la infancia misionera, en la catequesis de la juventud, y en los cursillos de cristiandad como dirigente cuando regresé a Magangué después de la universidad. También me acordé de las misas de Italia, la capilla sixtina, la iglesia de San Francisco de Asís... los coros gregorianos... Hoy aquí, en una pequeña parroquia de paredes blancas  y una niña poco afinada, que nos desanimaba a cantar el alabaré, alabaré, alabaré, alabaré; y el padre lucía cansado de su última obligación del día y del año, tanto que cometió la ligereza de decir que Benedicto era XIV y no XVI. En ningún momento corrigió. Quizás porque no se dio cuenta, o porque pensó que nadie se daría cuenta, o porque están acostumbrados a tomar todo lo que el sacerdote dice como palabra de Dios…
Pienso que muchas de las oraciones y rituales de la iglesia perpetúan el concepto de un dios distante, castigador  y vengativo, y que sólo se puede acceder a sus "dádivas" a través de la religión y el templo físico. Pero yo creo que Dios está dentro de cada uno, y es una pérdida de tiempo intentar buscarlo fuera, o en los rituales repetitivos que para muchos ya han perdido sentido, o inclusive nunca lo han tenido. La ideología de la religión, o del cristianismo, con Jesús como maestro, de Amor a Dios sobre todas las cosas y de amor y perdón para sí mismo y para los semejantes, ha perdido el sentido que realmente tenía cuando el existió, cuando él transmitió el mensaje, y ha sido tergiversado con los siglos por las instituciones y los seguidores…
Y entonces no creo que el esté en un pedazo de pan que tienes que ir a buscar todos los domingos para que te perdone todo lo que hiciste, y de paso lo que vas a hacer, porque hay mucha gente que practica lo de pecar y rezar para empatar, uno de tantos aspectos de la doble moral que la religión ha generado en la sociedad.

-¿Y qué te pasó entonces?

Me pregunta mi hermana hace pocos días.

-Tú que eras tan religiosa ¿Te montaste en el avión y te diste cuenta que Dios no estaba en el cielo?

Podría responder que sí, podría utilizar esa simbología de elevarme y ver el mundo desde arriba, desde otra perspectiva ¡No crean que no lo había pensado, ya yo había bromeado al respecto en uno de los comentarios que hago de las fotos de las hermosas nubes sobre el Vaticano: -No vi a los ángeles, escribí en aquel entonces, Dios no estaba en lo alto de ese cielo…

Y es que siempre he pensado que Dios está en el corazón que cada ser humano. Mi renovada creencia en la religión católica de los últimos 4 años había  surgido a partir de la inseguridad en mí misma, empeorada en el ambiente infernal (al retornar) a un pueblo pequeño. Al pueblo natal. Me rendí a ser y a hacer lo que otros consideraban era lo “correcto”, cuando en el fondo sentía el conflicto de pensar diferente.

Cuando viajas te das cuenta que, lejos de estar loco por pensar diferente, sólo estabas en el lugar equivocado, con la gente equivocada. Puede pensarse que sigue siendo causa de mi inseguridad querer cambiar de ambiente, volver a Europa, ya que puedo rebelarme y ser yo misma en el lugar que desee, pero es sustancialmente más difícil serlo en tu ciudad natal. "Nadie es profeta en su pueblo" dijo alguna vez un sabio Maestro.

Y la opinión acerca de la religión es sólo una de las que tantas opiniones con las que difiero con muchas personas. Está el tema de la comida, el licor, la meditación, la medicina, la forma de hacer ejercicio, la tolerancia, la privacidad, el amor... eso de tener que casarse a cierta edad, con los consabidos hijos (¡”#$%&/).

-¡Mija no se vaya a quedar sola!. Me dice la abuela.-

- Cómo que sola abuela, no me venga a decir eso, usted también tomó decisiones difíciles en su tiempo y mire como está-.

-Pues sola

-No diga eso, todo el mundo la quiere, la visita y le agradece, además que usted opina y hace lo que le da la gana y no se ha enfermado de nada, o qué quiere, que corra a casarme con el primero que se aparezca sólo para que la gente deje de joder, y me muera de cáncer de seno de puro resentimiento porque no nos llevamos bien?

-Pero no lo piense mucho, usted tiene que decidirse, tiene que arriesgarse-

-Eso suena como si estuviera jugando a la lotería.

-Si... eso es como una lotería.