LA RELIGION

Foto: Gina Ruz
01/01/07

Ayer fui a misa. Estuve arreglada a las diez de la noche, y no había otra cosa que hacer en el pueblo que tomar licor o ir a misa con los vecinos. Y resignada,  viéndolo como un espectáculo propio de las fiestas de fin de año, me decidí por lo segundo, y lo tomé como una espectadora de un ritual que bien conocía, de tanto que había ido: En la infancia misionera, en la catequesis de la juventud, y en los cursillos de cristiandad como dirigente cuando regresé a Magangué después de la universidad. También me acordé de las misas de Italia, la capilla sixtina, la iglesia de San Francisco de Asís... los coros gregorianos... Hoy aquí, en una pequeña parroquia de paredes blancas  y una niña poco afinada, que nos desanimaba a cantar el alabaré, alabaré, alabaré, alabaré; y el padre lucía cansado de su última obligación del día y del año, tanto que cometió la ligereza de decir que Benedicto era XIV y no XVI. En ningún momento corrigió. Quizás porque no se dio cuenta, o porque pensó que nadie se daría cuenta, o porque están acostumbrados a tomar todo lo que el sacerdote dice como palabra de Dios…
Pienso que muchas de las oraciones y rituales de la iglesia perpetúan el concepto de un dios distante, castigador  y vengativo, y que sólo se puede acceder a sus "dádivas" a través de la religión y el templo físico. Pero yo creo que Dios está dentro de cada uno, y es una pérdida de tiempo intentar buscarlo fuera, o en los rituales repetitivos que para muchos ya han perdido sentido, o inclusive nunca lo han tenido. La ideología de la religión, o del cristianismo, con Jesús como maestro, de Amor a Dios sobre todas las cosas y de amor y perdón para sí mismo y para los semejantes, ha perdido el sentido que realmente tenía cuando el existió, cuando él transmitió el mensaje, y ha sido tergiversado con los siglos por las instituciones y los seguidores…
Y entonces no creo que el esté en un pedazo de pan que tienes que ir a buscar todos los domingos para que te perdone todo lo que hiciste, y de paso lo que vas a hacer, porque hay mucha gente que practica lo de pecar y rezar para empatar, uno de tantos aspectos de la doble moral que la religión ha generado en la sociedad.

-¿Y qué te pasó entonces?

Me pregunta mi hermana hace pocos días.

-Tú que eras tan religiosa ¿Te montaste en el avión y te diste cuenta que Dios no estaba en el cielo?

Podría responder que sí, podría utilizar esa simbología de elevarme y ver el mundo desde arriba, desde otra perspectiva ¡No crean que no lo había pensado, ya yo había bromeado al respecto en uno de los comentarios que hago de las fotos de las hermosas nubes sobre el Vaticano: -No vi a los ángeles, escribí en aquel entonces, Dios no estaba en lo alto de ese cielo…

Y es que siempre he pensado que Dios está en el corazón que cada ser humano. Mi renovada creencia en la religión católica de los últimos 4 años había  surgido a partir de la inseguridad en mí misma, empeorada en el ambiente infernal (al retornar) a un pueblo pequeño. Al pueblo natal. Me rendí a ser y a hacer lo que otros consideraban era lo “correcto”, cuando en el fondo sentía el conflicto de pensar diferente.

Cuando viajas te das cuenta que, lejos de estar loco por pensar diferente, sólo estabas en el lugar equivocado, con la gente equivocada. Puede pensarse que sigue siendo causa de mi inseguridad querer cambiar de ambiente, volver a Europa, ya que puedo rebelarme y ser yo misma en el lugar que desee, pero es sustancialmente más difícil serlo en tu ciudad natal. "Nadie es profeta en su pueblo" dijo alguna vez un sabio Maestro.

Y la opinión acerca de la religión es sólo una de las que tantas opiniones con las que difiero con muchas personas. Está el tema de la comida, el licor, la meditación, la medicina, la forma de hacer ejercicio, la tolerancia, la privacidad, el amor... eso de tener que casarse a cierta edad, con los consabidos hijos (¡”#$%&/).

-¡Mija no se vaya a quedar sola!. Me dice la abuela.-

- Cómo que sola abuela, no me venga a decir eso, usted también tomó decisiones difíciles en su tiempo y mire como está-.

-Pues sola

-No diga eso, todo el mundo la quiere, la visita y le agradece, además que usted opina y hace lo que le da la gana y no se ha enfermado de nada, o qué quiere, que corra a casarme con el primero que se aparezca sólo para que la gente deje de joder, y me muera de cáncer de seno de puro resentimiento porque no nos llevamos bien?

-Pero no lo piense mucho, usted tiene que decidirse, tiene que arriesgarse-

-Eso suena como si estuviera jugando a la lotería.

-Si... eso es como una lotería.