CAL Y ARENA...

Foto: Gina Ruz
02/01/07

La abuela ha estado triste. Ya hemos hablado que deseo viajar este año a España, que he conocido de un lugar llamado FalconBlanco y deseo intentar vivir en una eco aldea. Sabe que si me voy, hay menos posibilidades que nos veamos pronto…
También está triste porque Fernando, el vecino, se va para España este mes. Tiene una oportunidad de trabajo y ha decidido irse, ya que en este pueblo no ha tenido posibilidades de trabajo, sólo está vendiendo minutos celular para mantener a su esposa y su hija Luisa Fernanda. Fernando es como su hijo, ya que en los últimos años ha estado muy pendiente de ella, y tan cerca, que la atiende y le hace favores como ir a comprar el desayuno. Ella le guarda desayuno, al igual que a la señora Cecilia y a la señora Teresa cuando viene temprano, y a todo el que venga de visita recibe café, pan, agua panela, vino o galletas, dependiendo de la hora o del día.

Y en su tristeza ahora le duele el cuello y el brazo y entonces le pregunto que si el de la fractura o el otro y me dice que el otro, entonces le digo que qué bueno porque entonces emparejó y la beso y ella se ríe y dice que con ese beso ya se compuso.
Y al rato se queda pensativa y le rueda una lágrima. Y se limpia y se excusa de que le arden los ojos, y yo le echo el ungüento para los dolores en el cuello, deseando tener uno para los dolores del corazón…

03/01/07
Pero los buenos momentos también nos asisten, como cuando vino el hijo de la señora Blanca a saludar a la abuela, que fue su profesora en el kinder. Hace 40 años que él conoció a la abuela, y recuerda con mucho afecto esa época. Me cuenta que la abuela les regalaba uvas del árbol del patio cuando ellos se portaban bien, y que les decía que se les iba a crecer la nariz como pinocho si le decían mentiras. Me dice que la abuela es una de las personas más queridas en el pueblo, y que a él le encanta que ella después de tantos años todavía se acuerde de él, y ella se ríe y dice que no digan esas cosas que se las va a creer, y entonces yo le cuento que mi abuela tiene muchos trucos para acordarse de la gente.
-¿Cómo hace? Me pregunta intrigado.
- Pues a la mayoría los conoce por la voz- le digo. Cuando la saludan, ella los saluda por el nombre, y aún no los ha mirado ¡Así que los conoce por la voz!. Las personas que tiene mucho tiempo que no ve, les pregunta por la familia y así adivina. Los que no tiene ni idea, simplemente pregunta de manera directa ¡Pero hay una que es la mejor!.
-¿Cuál? ¡Cuente!
-Hay unas gemelas que ve todos los días, que tienen la voz y el rostro muy parecidos, ¡Así que ni manera!.
-¿Cómo hace entonces?.
-Pues la abuela sabe que a Bernarda le ordenaron medias para várices y se las pone todos los días. Entonces cuando la saludan, la abuela le mira las piernas. Si tiene las medias es Bernarda y si no ¡Es Celia!.
Y todos nos reímos.